La educación durante la pandemia nos permitió ver otras formas de enseñar; llevando las metodologías que conocíamos en lo presencial hacia la virtualidad. Los docentes iniciaron un proceso de innovación para enseñar en pantallas, en donde inconscientemente tuvieron un gran número de experiencias significativas, que no solo implican lo cognitivo, sino también la educación en valores, la misma que se involucró en la escuela y los hogares.
Para esta nueva realidad los docentes deben estar preparados y listos para reconocer los cambios que los entes reguladores de la educación emitieron. Además, deben aprender sobre herramientas, recursos digitales y metodologías activas para el aprendizaje; facilitando la transversalización de los valores en la educación.