La inteligencia artificial (IA) ha irrumpido en diversos ámbitos de nuestra sociedad, y la educación no es la excepción. A través de su aplicación, la IA ofrece nuevas oportunidades para mejorar la calidad de la enseñanza y potenciar el desarrollo de los estudiantes, pero también conlleva riesgos y límites, que son necesarios conocer y estudiar, para poder plantear acciones concretas que contribuyan al desarrollo pleno de las personas y sus aprendizajes.
Desde el inicio de la pandemia del COVID-19, Latinoamérica se ha enfrentado a necesidades sociales y educativas sin precedentes. El cierre prolongado de los centros educativos ha creado nuevas brechas y profundizado las existentes.
En ese contexto la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), junto con Profuturo, programa de Fundación Telefónica y la Fundación “la Caixa” presentaron el informe: El futuro de la Inteligencia Artificial en educación en América Latina; aquí se analizó hacia dónde va el desarrollo de esta tecnología en las aulas de la región con proyección hasta el 2030.
El estudio destaca que más de la mitad de los especialistas consultados considera que la inteligencia artificial tendrá un impacto profundo en la educación, aunque solo el 40% plantea que esta tecnología ayudará a reducir las brechas educativas que hay dentro de los países latinoamericanos. Según los expertos, la inteligencia artificial jugará un rol más relevante en la enseñanza universitaria, aunque estará presente en todos los niveles educativos.
Es aquí donde la comunidad docente toma gran relevancia al ser imperativo que obtengan competencias necesarias que les ayuden a comprender los beneficios de esta tecnología en su trabajo diario, así como las limitaciones y riesgos que puede suponer.
La inteligencia artificial tiene el potencial de impulsar el desarrollo y la competitividad de Latinoamérica en la era digital. Los Estados desempeñan un papel fundamental en su integración exitosa a través de la implementación de políticas públicas que fomenten su desarrollo responsable, ético y equitativo.
La adopción de la IA requiere un enfoque integral que promueva la investigación, la formación de talento local y la colaboración entre los sectores público y privado. Solo a través de una visión estratégica y una acción decidida por parte de los Estados, se podrá aprovechar plenamente el potencial transformador de esta nueva tecnología y enfrentar los desafíos y oportunidades de la sociedad digital del futuro.
